8 de junio de 2010

He dicho...

Últimamente no tengo mucho tiempo para escribir todo lo que se agolpa en mi mente...afortunadamente. Pero si que me ha dado tiempo a dejar constancia de una profunda reflexión en la que todos deberíamos perder al menos un par de minutos, antes de que se nos escape la idea general...

Es un hecho provado científicamente, y según dice la jurisdicción provincial, según las normas establecidas y aprobadas mediante sufragio universal, en las cuales se contempla la inadmisión con carácter retroactivo de un referéndum popular, que apoye la supuestamente inverosímil coeficiencia del talante de cada individuo para superar un cierto grado de, digámoslo en términos comprensibles, autosuficiencia, y dependiendo del día de autos en el que se produce dicha inadmisión, albergada en un conjunto de diferentes versiones polarizantes, y sin que sirva de precedente, podemos decir que nos encontramos ante un caso flagrante de inadecuada animadversión, producida por el incuestionable hecho de que a la hora señalada en el informe del forense y del juez, que conjuntamente procedieron a levantar acta y cadáver, ambos coinciden en señalar, que la vejación de los derechos, por parte de otro individuo, incide de manera directamente proporcional, sobre los estatutos, escritos y debidamente cumplimentados en estancias gubernamentales, por miembros de la corte, y miembros del senado, en junta celebrada en día laborable, y por ser funcionarios del estado, con privilegios de cierta índole de tal manera que nos encontremos ante un congreso lleno de congresistas, dando por finalizado el acto, sin tener en cuenta y obviando algunas opiniones contrarias a tal decisión, y sabiendo que la democracia es intrínseca a la par que invariable para todos los componentes de una nación, sin límites de complacencia y sin fronteras para quienes sean tan amables de acatar tales decisiones unívocas e intransferibles con el beneplácito de nuestras señorías… se suspende la sesión.

He dicho…….uffffff, lo que me ha costado. Aunque lo parezca no es tan fácil ser políticamente correcto.